1.889 – 1.957
Premio Nobel de Literatura en 1.951.
Lucila Godoy Alcayaga Nació en la ciudad de Vicuña, cuarta región, Chile.
Hija de Juan Jerónimo Godoy y Petronila
Alcayaga, quienes la bautizaron con el nombre de Lucila. A los tres años su
padre abandona la familia.
En 1904
colabora en el periódico "Coquimbo", de La Serena, utilizando los
seudónimos de "Alguien", "Soledad" y "Alma". A
los quince años empieza a trabajar, en la Escuela de La Compañia, aldea vecina
a Vicuña. A los 17 años conoce a Romelio Ureta, empleado de Ferrocarriles,
"el amor de su vida". Durante este período, da clases en la escuela
de La Cantera. En 1907 escribe para los periódicos "La Voz de Elqui"
y "La Reforma". Un año después figura en la antología "Literatura
Coquimbana" de L. Carlos Soto Ayala, en la cual éste le dedica un breve
estudio y selecciona tres prosas poéticas de la autora: "Ensoñación",
"Junto al mar" y "Carta íntima".
El 25 de
noviembre de 1909, a los 26 años de edad, se suicida en Coquimbo, Romelio
Ureta. En sus bolsillos se encontró una tarjeta con el nombre de Lucila Godoy.
Ella es inspectora en el Liceo de Señoritas de La Serena. Destacada educadora,
visitó México, Estados Unidos y Europa estudiando las escuelas y métodos
educativos de estos países. Fue profesora invitada en las universidades de
Barnard, Middlebury y Puerto Rico. A partir de 1933, y durante el perido de
veinte años, trabajó como cónsul de su país en ciudades como Madrid, Lisboa y
Los Ángeles, entre otras.
Su poesía ha sido traducida al inglés,
francés, italiano, alemán y sueco, y fue muy influyente en la obra creativa de
muchos escritores latinoamericanos posteriores, como Pablo Neruda y Octavio
Paz. Sus diversos poemas escritos para los niños se recitan y cantan en muy
diversos países. En 1945 fue el primer escritor latinoamericano que consiguió
el Premio Nobel de Literatura. En 1951, le otorgaron el Premio Nacional de
Literatura de su país. Hija de un profesor rural y con una hermanastra de la
misma profesión, Gabriela Mistral, con temprana vocación por el magisterio,
llegó a ser directora de varios liceos fiscales. Su fama como poetisa llegó en
1914, tras haber sido premiada en unos Juegos Florales por sus Sonetos de la
muerte, inspirados en el suicidio de su gran amor, el joven Romelio Ureta.
A este concurso se presentó con el seudónimo que desde entonces la acompañaría
toda su vida. A su primer libro de poemas, Desolación (1922), le
siguieron Ternura (1924), Tala (1938), Lagar (1954) y
otros.
Tras una larga enfermedad, fallece el 10 de
enero de 1957, a las 4,10 horas, en el Hospital General de Hempstead, en Nueva
York. Sus restos reciben el homenaje del pueblo chileno, declarándose tres días
de duelo oficial. Se le rinden homenajes en todo el Continente y en la mayoría
de los países del mundo.
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