viernes, 9 de diciembre de 2011

MARÍA MOLINER RUIZ

1.900 – 1.981


Investigadora y filóloga.

Nacida en Paniza, Zaragoza, España.

En esta localidad su padre era médico. Cuando contaba cuatro años de edad, su familia se trasladó a Madrid, donde se educó en la Institución Libre de Enseñanza.


En 1914 regresó a Zaragoza, terminó el bachillerato y obtuvo la licenciatura en Filosofía y Letras, en 1921. Un año después ganó las oposiciones al Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, prestando sus servicios en el Archivo General de Simancas y en Murcia.


En esta última ciudad contrajo matrimonio con Fernando Ramón y Ferrando, catedrático de Física de aquella ciudad, con el que tuvo cuatro hijos. Al ser trasladado su esposo a la Universidad de Valencia, marchó allí con él, trabajando como bibliotecaria en Hacienda. Durante su estancia en esta capital tomó parte activa en las Misiones Pedagógicas, una iniciativa de la Institución Libre de Enseñanza.


De 1936 a 1939 organizó y dirigió la Junta de Adquisición de Libros y Cambio Internacional, encaminada a adquirir libros por trueque ante la falta de recursos económicos para poder hacerlo por otros medios.


Volvió a Madrid en 1946, a la biblioteca de la Escuela de Ingenieros Industriales, donde trabajó hasta su jubilación. En esta ciudad se acentuó su vocación pedagógica y tomó la iniciativa de fundar un colegio en el que la instrucción y la formación tuviesen un fundamento matemático, a fin de que la lógica de esta ciencia dirigiera el ejercicio de la mente, la ordenación de las ideas y el empleo del lenguaje. Al no poder llevar a cabo este proyecto, centró su actividad en la redacción de un diccionario que sirviese eficazmente al uso correcto de nuestro idioma.


En 1952 trazó el esquema de su obra más significativa, el Diccionario de uso del español, obra a la que consagró más de quince años de su vida, recompensados con el reconocimiento unánime de su autoridad y de su utilidad.


En 1972 fue presentada como candidata a la Academia de la Lengua para ocupar la vacante del sillón B, aunque esta candidatura no prosperó. Un año más tarde fue galardonada con el premio Lorenzo Nieto López, convocado por la Real Academia Española e instituido para distinguir a aquellas personas que se hubiesen destacado por sus trabajos en pro del idioma.


Con su famoso Diccionario del uso del español, obra de valor inestimable, aporta todos los recursos de que dispone el idioma para nombrar una cosa o expresar una idea con la máxima precisión, resolviendo las dudas sobre la legitimidad de una expresión. Para ello, el diccionario ofrece un sistema de sinónimos y una serie de reglas gramaticales.


María Moliner murió en Madrid el 22 de enero de 1981.